EL COACHING AMOROSO

 

EL COACHING AMOROSO.

 

El acompañamiento amoroso del Coach permite que la sesión de Coaching se convierta en una experiencia de aprendizaje. Ese acompañamiento se da desde la cercanía, la confianza, la transparencia del proceso que permite ir descubriendo en el asistido nuevas posibilidades, nuevas competencias.

Ese acompañamiento amoroso permite trabajar desde el respeto, la legitimación, y de un lugar libre de juicios, aquellas inquietudes que tiene el asistido. De esa manera, se va abriendo en ese espacio la confianza y la disposición del coachee para aprender del proceso, y atreverse a ir cada vez más profundo.

Sin lugar a dudas en el desarrollo de la sesión, podemos acercarnos a temas delicados que tocan fibras sensibles del asistido. Sin embargo, aquí aparece la contención compasiva del coach, quien debe ser capaz de seguir adelante y llevar a buen término la sesión.

Y no es que el coach se convierta en una persona insensible, todo lo contrario. El coach trata de ser el espejo de su asistido desde la mayor conexión y sensibilidad, apreciando desde su mirada lo que sucede, con la mayor de las consideraciones, a fin de ofrecerle una interpretación apropiada.

Nosotros los coach no hacemos terapia. Ese no es nuestro trabajo. Desde el universo del aprendizaje queremos mostrar alternativas. Y tratamos de que el asistido pueda darse cuenta de ellas. De forma que descubra nuevas maneras de hacer las cosas que ya está haciendo, pero desde otro espacio de consciencia. Por eso, me identifico cuando se define al Coach como Agente de Cambio.

Hace tiempo pensaba que la zona de confort era como un espacio que te limitaba, y entendía que ampliarla de alguna manera significaba dar un salto que te podía conectar con algo más grande, separado de la actual. Sin embargo, hoy entiendo que ese salto lo que hace es ensanchar tu experiencia, tu conocimiento, tu conciencia. Cuando la zona de confort crece, te permite manejar, además de las viejas competencias, nuevos y más poderosos aprendizajes. Eso es lo que al final esperamos de una sesión de Coaching.